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jueves, 19 de febrero de 2015

Circular Project: Una tienda, un Mostrador

Circular Project: Una tienda, un Mostrador.


Disfrutando una vida sabiendo
Que todos los momentos son únicos
Aunque cada instante postula una máxima ineludible;
La historia tiende a la salmodia
Las épocas aunque singulares, guardan similitudes
Queda en nosotros el saber leer aquellas semejanzas
Para aportar novedad a nuestro tránsito
Dejar huella siempre ha sido una necesidad imperativa
Quizás es tiempo de borrar aquellas huellas
Tal vez de lo que se trata es de no dejarlas
Intentar fundirnos en la aliteración ancestral
Permitiendo el delicado equilibrio de lo natural
De lo que sabemos justo
De lo que permanece en la memoria imborrable
De aquello que hace en definitiva nuestro paso
Algo realmente extraordinario y valioso
Estamos forjados por nuestras decisiones
Que estas vayan por caminos íntegros…

Roberth Rojas Zambrano (El Cartonista).

Conocí a Paloma de The circular Project Shop una mañana fría de noviembre, me había llamado para contarme que quería una pieza para su tienda de moda sostenible, que estaba pronta a inaugurar, pero aún no sabía que era lo que quería, solo tenía ideas vagas, supongo que porque toda su energía estaba dedicada a su objetivo que era la apertura de la tienda, quedamos para vernos aquella mañana, vi el local, antes de la reforma y vi muchas ganas de hacer cosas y a una persona con mucha ilusión, pero también con el miedo que significa el emprendimiento de un proyecto vital, se estaba dejando todo en la apuesta más importante de su vida (esa era mi percepción), me hablaba de su proyecto con mucha fuerza, se veía en sus ojos que lo que decía torpemente esbozaba todo aquello que quería transmitir, pues sus pensamientos iban más rápido que los sonidos de las palabras que decía, conozco muy bien esta sensación, pues la he vivido muchas veces hablando de lo que hago.  Me dijo que le gustaba mi trabajo y que sabía que quería que participara en su tienda con una pieza, aún incierta, quedamos en que una vez hecha la inauguración me volvería a contactar, habiendo pasado ya por lo más importante, quizás la calma después de la tormenta le dejaría más claro mi papel en aquella historia…
Y así fue, me volvió a contactar una vez pasada la inauguración, nos vimos para concretar el 22 de diciembre, muy cercanos a las fiestas, finalmente lo sabían, era un mostrador lo que necesitaban, tomé las medidas y puse mi imaginación al servicio de aquel proyecto, trabajé un poco a trompicones entre tanta celebración, comilonas y desfase propio de las fechas, pero para el dia 2 de enero, ya tenía el diseño, esperaba que  pasaran reyes para quedar, y así fue, aunque no fui yo quien llamó, fue Paloma, que ya quería ver algo…
Vistas de la maqueta

Y le mostré aquello que había ideado para su tienda, de una manera al menos inusual para el cartonista, por primera vez decidí llevar una maqueta pues los dibujos se habían hecho un poco complejos de entender, yo aunque seguro de lo que había hecho, también iba un poco a tientas, pues habíamos hablado poco, tiré mucho de intuición y de que a fin de cuentas, la persona que tenía delante era emprendedora igual que yo, con muchas cosas que nos unen, eso quizás me hizo más asertivo… Le encantó el diseño, sobrepasaba cualquier expectativa de lo que se había imaginado, ¡¡¡lo había logrado!!!, el resto fue definir como lo haríamos, el precio y el tiempo de entrega y salí ese día con el proyecto aprobado, muy contento y con el susto de que es la pieza más grande que he hecho hasta ahora, como sabéis, trabajo en casa todavía, pues no puedo aun afrontar el pagarme un taller donde producir mis creaciones (todo llegará), y establecer la logística para producir ese mueble era todo un proyecto en sí mismo…
Con mucha ilusión me puse manos a la obra.
Para esta pieza recuperé de la calle:
2 cajas de bicicletas de aprox 150x90x25 c/u, 2 embalajes de Nevera de aprox 60x60x200 c/u, 2 embalajes de mampara  de 200x90x6 c/u, 2 cartones de 150x150, 2 cartones de 200x100, unos 400 folios tamaño a 4 para el recubrimiento final, unos 4 kg de cola blanca y unos 5 litros de engrudo, pintura ecológica con pigmentos no toxicos y biodegradables, muchas horas de trabajo y toneladas de ilusión.
Vistas del mostrador in situ.

La parte más interesante es la parte del frente del mostrador que está brocada, con un motivo diseñado especialmente para The Circular Project Shop, en una superficie curva, que es bastante complicada de hacer,  que aloja una cinta de Möebius que es parte del logotipo de la marca, (que es una forma que me ha acompañado desde mis tiempos de estudiante de Arquitectura), creo que la pieza resume perfectamente los valores de la marca y los valores del Cartonista.
Cinta de Möebius
Estoy muy entusiasmado con el resultado, pues creo que es un verdadero éxito en todo sentido, (el diseño se vio modificado por algunas particularidades no previstas en un inicio, pero cosa que es natural en todo proceso de diseño), espero que sea el revulsivo que necesito para que mi iniciativa arranque con buena velocidad en este año que ha empezado con muy buen pie.
Mostrador en todo su esplendor.


Espero que os guste, si es así me gustaría pediros a quienes me leéis, que me ayudéis a multiplicar el mensaje de lo que hago para así llegar a la mayor cantidad de personas, pues nunca se sabe dónde podría estar el siguiente cliente del Cartonista.

El Cartonista: Roberth Rojas Zambrano
rrojas0909@hotmail.com
rrojas0909@gmail.com
+34619433710
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